10 características de la anatomía del gato. ¿Qué tienen fuera y dentro?
LOS GATOS Y SU ANATOMÍA
No cabe duda de que para los amantes de los gatos este animal es realmente precioso, y no solo a la vista... Sus habilidades, su curiosidad innata, su instinto de cazador o su agilidad son muy característicos y hacen que puedas pasar horas solo mirándolos y admirando sus capacidades.
Y todo esto es posible en gran parte gracias a su anatomía. Conocer las características de su anatomía, su constitución corporal, el funcionamiento de su organismo y saber cómo todo esto condiciona su comportamiento, nos ayudará a entender sus necesidades, a identificar posibles patologías, y acudir al veterinario si detectamos cualquier anormalidad en nuestros gatos.
Lo primero que tenemos que saber es que los gatos son mamíferos, por lo que tras el parto, las hembras alimentarán a los nuevos gatitos con su leche a través de sus glándulas mamarias hasta que estos crezcan y sean autónomos. Después de esta primera etapa, los gatos son animales carnívoros.
Esto se debe en parte a sus orígenes, ya que a pesar de que su especie se ha domesticado, sus antepasados de varios siglos atrás eran animales cazadores que se adaptaron a hábitat selváticos y salvajes. Por eso es también habitual en su comportamiento cazar pequeñas presas como ratoncitos o pájaros, e incluso atreverse con presas mayores como conejos jóvenes.
La anatomía interna del gato
EL SISTEMA LOCOMOTOR DEL GATO: El responsable de su movilidad.
Lo componen los huesos, las articulaciones, los músculos, los tendones y los ligamentos de nuestro gato. En concreto:
El esqueleto del gato lo forman principalmente el cráneo, la columna vertebral y las patas traseras y delanteras. Se caracteriza principalmente por ser muy fuerte, pero a la vez ligero y flexible para facilitar su agilidad, lo que les permite moverse rápidamente.
Su cráneo destaca por tener la mandíbula inferior móvil y su función es proteger al cerebro y los órganos sensoriales situados en él, como sus ojos. La cantidad de huesos de su cuerpo no tiene un número fijo, aunque la cifra aproximada es de 244 huesos.
La forma de su esqueleto les permite proteger sus órganos internos. Al igual que el cráneo protege el cerebro y los ojos, las costillas protegen los órganos situados en el tórax (como el corazón y los pulmones), y la pelvis protege los órganos abdominales inferiores (como el útero en el caso de las hembras).
En cuanto a la musculatura, los tendones y los ligamentos, la anatomía del gato se caracteriza por tener músculos muy potentes sobre todo en las extremidades, lo que les proporciona una excelente movilidad y velocidad, y por tener tendones y ligamentos muy fuertes que les permiten coger grandes impulsos y también soportar impactos fuertes sin resentirse, como los que ocurren cuando saltan desde lugares altos.
Las extremidades son muy potentes y flexibles, sobre todo las traseras, que son capaces de plegarse en forma de zeta y les permiten conseguir ponentes impulsos. Al caminar se apoyan sobre la punta de sus dedos. Tienen cinco en las zarpas delanteras y cuatro en las traseras, y se caracterizan por tener uñas retráctiles.
Por último, su larga cola realiza una función muy importante ayudando a nuestros gatos a mantener el equilibrio. El equilibrio en los gatos está muy bien desarrollado, por eso no se marean, son capaces de trepar con agilidad desde pequeñitos y suelen caer de pie.
EL SISTEMA NERVIOSO DEL GATO: La comunicación entre su cuerpo y su cerebro.
Este sistema es el responsable de transmitir, a través de los nervios de la médula espinal, los mensajes entre el cuerpo y el cerebro y viceversa, ya que es el cerebro el responsable de controlar los procesos corporales como la respiración o la temperatura.
EL SISTEMA CARDIOVASCULAR DEL GATO: El motor que lo mueve todo.
Este sistema incluye el corazón, las venas y las arterias, y es el responsable de transportar la sangre por el cuerpo.
El corazón se divide en dos aurículas y dos ventrículos y distribuye la sangre por el organismo. La sangre arterial le aporta oxígeno, nutrientes y células sanguíneas, mientras que la sangre venosa contiene los desechos de los distintos órganos del gato y los lleva hasta los lugares apropiados para su eliminación.
Además, este sistema es muy importante también porque es la sangre la que regula la temperatura corporal.
EL SISTEMA RESPIRATORIO DEL GATO: El responsable de calentar y filtrar el aire.
El aire se transporta desde el hocico hasta los alveolos pulmonares a través de este sistema. Su órgano principal por tanto son los pulmones, que son los encargados de absorber el oxígeno y expulsar el dióxido de carbono al espirar.
EL SISTEMA DIGESTIVO DEL GATO: Garantiza su buen funcionamiento con una dieta equilibrada.
Este sistema es el responsable de descomponer el alimento, absorber los nutrientes y expulsar los residuos del organismo a través de los desechos.
Este sistema comienza en la boca, donde el alimento se procesa para su digestión. Los gatos tienen distintos dientes dependiendo de su función. Así, tienen colmillos fuertes y puntiagudos ideales para atrapar a sus presas, mientras que los molares les ayudan a desmenuzar los alimentos al masticar.
En total la dentadura de los gatos tiene 12 incisivos, 4 colmillos, 8-10 premolares y 4 molares. Al igual que nos ocurre a los humanos, los gatos tienen una dentadura transitoria o de leche y una dentadura definitiva.
Al nacer los gatos no tienen dientes. Lo habitual es que les salgan a las 2-3 semanas de vida. Es sobre los 6 meses cuando esta dentadura se cae para dejar paso a la definitiva que les acompañará hasta el final de su vida.
Su lengua está formada por papilas cónicas especializadas y se caracteriza por ser muy áspera. Además de para alimentarse, su lengua les ayuda a acicalarse, por lo que pueden formar y expulsar bolas de pelo. Conoce más sobre la lengua de los gatos aquí.
Cuando el gato ingiere el alimento, este es transportado al estomago a través de la faringe y el esófago, donde se asimilan los nutrientes. Las sustancias no aprovechables pasan a los intestinos, el colon y finalmente el recto por donde se expulsan los desechos.
Recuerda que una alimentación equilibrada y de calidad es fundamental para que todo este sistema funcione correctamente, para que crezca fuerte y sano y para evitar enfermedades.
EL SISTEMA URINARIO DEL GATO: Los problemas urinarios son muy comunes en los gatos.
Este sistema es una parte fundamental de la anatomía del gato, principalmente porque los gatos son animales muy propensos a tener problemas urinarios y sufren problemas renales con frecuencia.
Para ayudarles a evitar este problema, no debemos olvidarnos de que tengan siempre agua en el bebedero, e incluso incluir comida húmeda en su dieta de manera ocasional, ya que este tipo de alimento incluye más cantidad de liquido a su ingesta. Es recomendable estar atentos a su comportamiento en sus visitas al arenero para detectar posibles problemas de este tipo, y optar por alimentos especializados para este tipo de problemas en el caso de que surjan.
La función principal de este sistema es la de controlar el equilibrio entre la ingesta y pérdida de líquidos, y la eliminación de las toxinas. Su órgano principal son los riñones, que se encargan de filtrar la sangre y de eliminar el exceso de agua y toxinas a través de la orina. En la orina de los gatos existen productos químicos, que utilizan como medio de comunicación olfativa entre ellos.
EL SISTEMA ENDOCRINO DEL GATO: El responsable de sus hormonas.
Se compone de la glándula hipófisis, la glándula tiroides, el páncreas, los ovarios y los testículos. Estas glándulas son las responsables de producir las hormonas.
EL SISTEMA REPRODUCTIVO DEL GATO: Sus características son asombrosas.
Entre ellas podemos destacar las siguientes:
En las hembras el útero es bicorne (tiene dos cuernos), y cuando son adultas entrarán en celo regularmente, sobre todo en su época reproductiva. En ese momento están más receptivas a acoplarse.
En los machos los testículos se encuentran en el escroto, debajo del ano, para garantizar la temperatura adecuada para la formación del esperma. El pene del gato está recubierto de pequeñas púas que le producen daño a la hembra en el momento del acoplamiento.
El acoplamiento estimula la producción de óvulos, por lo que las hembras pueden gestar varios gatitos al mismo tiempo. Por esto mismo, se puede dar el caso de que los gatitos nacidos sean de padres diferentes.
La anatomía externa del gato
LA PIEL Y EL PELO DEL GATO: Su protección contra los agentes externos.
Al igual que en el cuerpo humano, la piel es el órgano más grande que tienen los gatos. Aunque en su caso es mucho más flexible, ya que sus estructuras se unen de manera más débil que en el caso de los humanos.
La piel del gato es la responsable de proteger su cuerpo de infecciones y de la pérdida de agua y de temperatura corporal (los gatos mantienen una temperatura corporal de unos 38-38,5ºC constantemente).
Otra característica es que los gatos no tienen glándulas sudoríparas. En su caso, eliminan el exceso de calor de su cuerpo a través de la respiración y el exceso de saliva.
En su barbilla, sus sienes y su cola los gatos tienen feromonas con su olor que utilizan para comunicarse y dejar su señal.
En las patas tienen almohadillas donde la piel es más espesa de la del resto del cuerpo.
La piel del gato está recubierta por el pelo (exceptuando ciertas razas que carecen de él). El pelo del gato es muy importante y no solo porque protege su cuerpo. También cumple una función en su comunicación.
El pelo de su cuerpo reacciona ante las amenaza erizándose, de forma que le hace parecer más grande.
El pelo de sus bigotes y cejas son más largos y espesos que los del resto de su cuerpo. Esto es así porque han evolucionado para realizar funciones táctiles, lo que significa que, a través de ellos, son capaces de recibir estímulos de contacto que les permiten orientarse y enfocar objetos cercanos, para cubrir la carencia que tienen en su visión a corto plano.
Los estímulos que reciben con el contacto llegan a la mente, y esta construye una imagen que el gato interpreta con una vista muy detallada del objeto que tiene enfrente.
Junto con la piel y el pelo, destacaremos también las uñas de nuestros gatos. Sin duda vivir con gatos es sinónimo de vivir con arañazos en nuestras manos de jugar con ellos y/o en nuestros muebles y cortinas... Sus uñas son fascinantes y cumplen funciones muy importantes como éstas:
Los gatos al arañar también esparcen sus feromonas, de modo que es otro modo de comunicación y señal para ellos.
La uñas de los gatos son retráctiles, y puede mantenerlas retraídas o expuestas según lo necesite, por lo que puede mantenerlas siempre afiladas. Los gatos son cazadores por instinto, y esta característica les permite utilizarlas contra pequeñas presas o para trepar a los árboles con facilidad.
A lo largo de este artículo hemos hablado de la anatomía interna y externa de nuestros gatos, y de cómo condiciona su comportamiento y sus habilidades de manera extensa y detallada. ¿Te ha gustado el artículo? ¿Has echado algo en falta? ¿Quieres saber más? Déjanos tus comentarios y comparte!
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